El tiempo se quema y derrite
como esa vela.
Mi existencia es, tal vez,
patética y torpe
como el vuelo de una gallina
que vuela, pero no vuela.
Hay tregua
en la trinchera más violenta,
junto a mi vasito y dos colillas.
El tiempo se quema y derrite,
pero sigo salvando el tipo
sin ti, a tu lado.
Ya puedo sentirlo:
irrumpe con feroz sosiego
un nuevo día.
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