“El
hombre es una pasión inútil”
Jean-Paul Sartre
La
mañana avanza tranquila, y un hilo fino de humo recorre con cuidado la
atmósfera. Un ramillete furtivo de hierba crece entre las grietas de mi cráneo,
moldeado al tiempo y su paso. Me entretengo en contemplar la dilatación
violenta de nuestras siluetas en la terraza, y el Sol pega que pega el estirón.
Y una brisa de pena coquetea con mi pelo.