Una flor duerme entre las grietas de un
bordillo. Y dos borrachos perecen dentro del metro, como colillas. Esta brisa
aprieta músculo, y tú qué andarás haciendo.
Este medio latir del invierno es lindo y
perecedero, como los últimos rayos del anciano.
Cuánto puedes llevar a cuestas antes de dejar
vencer tu peso. Y esta brisa trae aromas, qué búsqueda tan frágil e impertérrita.
Y vaya Sol.
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